jueves, 9 de mayo de 2013

10 formas de matar las buenas ideas

10 formas de matar las buenas ideas

10 formas de matar las buenas ideas


En el ámbito de los negocios nos encontramos con todo tipo de clientes, anunciantes e investigadores, que inconscientemente (así quiero pensarlo), matan ideas con un enorme potencial. Ideas que son capaces de darle a las marcas, productos y/o servicios con más diferenciaciones, posicionamientos o conceptos novedosos pero que al final no se desarrollan. Toma en cuenta estos errores y procura que no sucedan en tu empresa.

Ya lo probamos en el pasado y no funcionó
El mundo está en constante cambio, lo que no funcionó una vez podría ser un hit mañana. Los consumidores evolucionan y se sofistican, pero también gustan de lo básico, sencillo, claro e impactante. Es muy bueno aprender del pasado, pero también es muy fácil volverse prisionero del mismo.

El inconveniente con eso es…
Algunas personas gozan ejerciendo el papel del abogado del diablo tan seguido y piensan que despedazar una idea es tan bueno como tenerla. Los abogados del diablo pueden ser eficientes cuando se trata de evaluar dos ideas, pero pueden convertirse en un inconveniente si empiezan a creerse los portadores de la verdad.

Déjame revisarlo con…
Una idea nunca va a gustarle a todo el mundo o gustarle por igual al gerente de marca, consumidores, investigadores, etc. Para que todo el mundo esté de acuerdo se tendrían que hacer demasiados sacrificios por los cuales el alma de la idea se pierde en el proceso. Una decisión por consenso no es una solución óptima, sólo es la solución a medias.

Nadie lo ha hecho nunca
¡Excelente! Que nadie lo haya hecho no implica precisamente que no vaya a dar resultados. Es mejor abrir brecha que seguir caminos. Hay que ser el primero en todo.

Ya estamos en eso
Esta suele ser una manera encubierta de proteger el status quo actual de algunas personas, sosteniendo la postura de que ya están haciendo algo como lo sugerido. No hay nada nuevo en este mundo. Todas las ideas surgen por fusión y combinación de otras. Los seres humanos destacamos sobre los animales por nuestra capacidad para imitar cosas y mejorarlas durante el proceso.

A nadie le va a gustar
Hay quienes creen tener un conocimiento perfecto de lo que les gusta a los consumidores y lo que no. Usualmente desacreditan y generalizan a su interlocutor con frases como “todo el mundo sabe que ….”, piensan y deciden por sus jefes, los consumidores y hasta por sus esposas. Pero ¿cómo pueden saber lo que piensa todo el mundo?

Quiero que sea perfecta y a prueba de balas
Eso no existe. Si intentas que tu idea, concepto o campaña sea perfecta desde el inicio, la idea nunca verá la luz. Ninguna idea es perfecta pero tomar riesgos es mejor que no hacer nada. Si no estás teniendo algunos errores entonces es que probablemente no estás asumiendo un nivel de riesgo suficiente. Hazla crecer, no la blindes.

La categoría no se mueve así
Está bien conocer de tendencias y características en el mercado en el que se mueve nuestra marca, pero de ahí a seguir el modelo cuadrado de la competencia. Hay formas y hay fondo. ¡Innovación!

Eso no va con la compañía

Tener una cultura empresarial establecida es algo valioso, pero vivir atrapado en ella es un una seria limitante a la innovación. Hay que salirse de las áreas de confort y seguridad. Si no podemos romper esquemas, al menos hay que hacerlos flexibles.

Eso es una estupidez

Algunas personas diferencian sólo dos tipos de ideas: las que se les han ocurrido a ellos y las que son una estupidez. Una idea cuando nace es como una planta. Frágil, débil pero con cuidados y atención puede crecer y llegar lejos. Hay que cuidarla para hacerla crecer y que dé los frutos.

¿Alguien quiere comentar otras?

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